Menú Close

Los síntomas físicos de la ansiedad y cómo enfrentarlos

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro. Sin embargo, cuando estos sentimientos de ansiedad se vuelven abrumadores y dificultan la vida diaria de una persona, puede ser un indicador de un trastorno de ansiedad. Los síntomas físicos de la ansiedad pueden ser incómodos e interferir en la calidad de vida de una persona. En este artículo, vamos a explorar qué es la ansiedad y cuáles son sus síntomas físicos comunes. También discutiremos estrategias efectivas para enfrentar y aliviar estos síntomas.

¿Qué es la ansiedad y cuáles son sus síntomas físicos?

La ansiedad es una reacción fisiológica y cognitiva, que se produce de manera repentina ante un pensamiento o estímulo externo, como el resto de las emociones que experimentamos en nuestra vida diaria. En el caso de la ansiedad, se activa ante una situación percibida como amenazante o peligrosa. Es una reacción compleja que prepara a nuestro cuerpo para enfrentar o huir de esa amenaza. A pesar de ser desagradable, tiene un valor para la supervivencia y es saludable que esté presente en nuestra vida. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve muy intensa o persistente, puede ser muy interferente con la vida diaria.

Síntomas físicos comunes de la ansiedad

La ansiedad se manifiesta tanto a nivel fisiológico como cognitivo. Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión: Muchas personas experimentan un constante sentimiento de inquietud, como si estuvieran al borde de algo malo.
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe: Las personas con ansiedad a menudo sienten miedo intenso o terror sin una causa clara.
  • Aumento del ritmo cardíaco: El corazón puede latir más rápido de lo normal, causando una sensación de palpitaciones.
  • Respiración acelerada: La ansiedad puede hacer que la respiración sea rápida y superficial, lo que puede llevar a una sensación de asfixia o dificultad para respirar.
  • Sudoración excesiva: Las personas con ansiedad pueden sudar más de lo normal, incluso en situaciones que no son físicamente demandantes.
  • Temblores en el cuerpo: Los temblores o tics musculares pueden ser una manifestación física de la ansiedad.
  • Fatiga y falta de energía: La ansiedad puede agotar emocional y físicamente a una persona, lo que resulta en fatiga y falta de energía.
  • Boca seca: La ansiedad puede causar sequedad en la boca, lo que puede resultar incómodo o dificultar la comunicación.
  • Dolor de cabeza: La tensión en los músculos del cuello y la cabeza puede provocar dolores de cabeza tensionales.
  • Tensión muscular: La ansiedad puede hacer que los músculos se sientan tensos y doloridos, especialmente en el cuello, los hombros y la mandíbula.
  • Problemas gastrointestinales: La ansiedad puede causar síntomas gastrointestinales como náuseas, diarrea o malestar estomacal.

Estos son solo algunos de los síntomas físicos de la ansiedad y pueden variar de persona a persona. Es importante recordar que estos síntomas físicos no son dañinos en sí mismos, pero pueden ser molestos y empeorar la calidad de vida. Ahora vamos a explorar formas efectivas de enfrentarlos.

¿Cómo enfrentar los síntomas físicos de la ansiedad?

Técnicas de relajación y respiración

Una de las formas más efectivas de enfrentar los síntomas físicos de la ansiedad es practicar técnicas de relajación y respiración. Las técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y el yoga pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad y aliviar los síntomas físicos asociados. Estas técnicas ayudan a calmar el sistema nervioso y promueven la relajación del cuerpo y la mente.

Para practicar la respiración profunda, encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte o acostarte. Cierra los ojos y comienza a respirar lenta y profundamente. Toma una inhalación profunda por la nariz, llenando tu abdomen de aire. Luego exhala lentamente por la boca, dejando escapar todo el aire. Repite este proceso varias veces, concentrándote en tu respiración y dejando que tu cuerpo se relaje con cada exhalación.

La meditación y el yoga también son excelentes técnicas de control de la activación que ayudan a reducir la ansiedad. Los ejercicios de meditación centran la mente en el presente o en determinados estímulos, lo que ayuda a calmar los pensamientos ansiosos. El yoga es una herramienta muy poderosa que nos ayuda a entrar en contacto con las sensaciones del cuerpo, y a reducir la inquietud mental, entre otras muchas cosas.

Ejercicio y actividad física

Otra estrategia efectiva para enfrentar los síntomas físicos de la ansiedad es realizar ejercicio regularmente. El ejercicio y la actividad física liberan endorfinas, las cuales son conocidas como las hormonas de la “felicidad”. Las endorfinas producen una sensación de bienestar y reducen los niveles de estrés y ansiedad.


Recomendamos realizar ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta, ya que estos tipos de ejercicio aumentan el ritmo cardíaco y la respiración, lo que ayuda a liberar la tensión y aliviar los síntomas físicos de la ansiedad. También es importante encontrar una actividad física que disfrutes, ya que esto te motivará a mantener una rutina regular.

Alimentación equilibrada y saludable

La alimentación también juega un papel importante en el manejo de los síntomas físicos de la ansiedad. Algunos alimentos pueden empeorar la ansiedad, mientras que otros pueden ayudar a aliviarla.

Se recomienda seguir una alimentación balanceada y saludable, que incluya alimentos ricos en triptófano, magnesio y vitaminas B. Estos nutrientes pueden promover la producción de serotonina, una sustancia química del cerebro que ayuda a regular el estado de ánimo y reducir los síntomas de ansiedad.

Algunos alimentos que son buenos para reducir los síntomas de la ansiedad incluyen pescados grasos como el salmón, nueces y semillas, frutas y verduras, carnes magras y granos enteros. Por otro lado, se recomienda limitar o evitar alimentos que pueden aumentar los síntomas asociados a la ansiedad, como el azúcar, la cafeína y la comida procesada.

Terapia y apoyo profesional

Si los síntomas físicos de la ansiedad persisten, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta o profesional de la salud mental puede ayudarte a desarrollar estrategias de afrontamiento y brindarte el apoyo necesario para superar la ansiedad.

Existen diferentes tipos de terapias que pueden ser efectivas para tratar la ansiedad, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia de exposición. La terapia cognitivo-conductual se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento que contribuyen a la ansiedad. La terapia de exposición ayuda a reducir el miedo y la ansiedad al enfrentar gradualmente las situaciones temidas.

No obstante, es importante valorar cada caso e incorporar una mirada integradora al tratamiento de la ansiedad, no dejando de lado tu historia de vida, situaciones de trauma y el contexto familiar y social.

También puede ser beneficioso formar parte de un grupo de apoyo o buscar ayuda en las personas de tu entorno. Estos recursos pueden brindarte un espacio seguro para compartir tus experiencias y aprender de otras personas que están pasando por situaciones similares.

Auto cuidado

Finalmente, el auto cuidado es fundamental para enfrentar los síntomas de la ansiedad. Tomarse tiempo para uno mismo y cuidar de sí mismo es esencial para mantener una buena salud mental y física.

Algunas técnicas de manejo del estrés que puedes practicar incluyen la práctica del mindfulness, que implica estar presente y consciente del momento presente. Establecer límites saludables en tus relaciones y actividades; y planificar actividades placenteras en tu rutina diaria.

Reflexiones finales

La ansiedad puede manifestarse en síntomas físicos incómodos que pueden interferir en la calidad de vida de una persona. Sin embargo, existen estrategias efectivas para enfrentar estos síntomas y aliviar la ansiedad.

Practicar técnicas de relajación y respiración, realizar ejercicio regularmente, seguir una alimentación balanceada y saludable, buscar ayuda en tu entorno sociofamiliar y profesional, practicar el auto cuidado y llevar a cabo la práctica de mindfulness son algunas de las estrategias que pueden ser útiles.

Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante encontrar las estrategias que funcionen mejor para ti. Si los síntomas persisten o empeoran, no dudes en buscar ayuda profesional. El camino hacia la superación de la ansiedad puede no ser fácil, pero con el apoyo adecuado y las estrategias adecuadas, puedes volver a ser quien quieras ser.

Julia Rodríguez Alonso
Psicóloga social y sanitaria. Colegiada M-35472 en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Si te ha gustado este contenido, ¡compártelo!

Copiar al portapapeles

Copiar